Desde hace mucho tiempo en Chile y desconozco si en el resto del mundo, se ha tratado a la economía al nivel de una ciencia exacta, será porque tratan de modelar el comportamiento de esta ciencia social con toda la matemática posible y ecuaciones de variado tipo. Su gran ley la oferta y la demanda es como un dogma, ha sido tan bueno su posicionamiento en los ciudadanos que casi está a nivel de la leyes de Newton o de la termodinámica, los economistas ha logrado el poder del curandero en la sociedades antiguas, donde son ellos los que deciden que sí y que no se hace ejemplos abundan en nuestra historia reciente es cosa de recordar los ministros de hacienda Foxley, Aninat, Eyzarrigue, Velasco, Larraín, (ciclo termina con Arenas) donde estaba el ministro de Hacienda y resto de los ministros siempre un peldaño más abajo.
Ahora nos jactamos de ser una economía de libre competencia, yo la llamaría de libre colusión ya sea pactada u por omisión, es ver todos los rubros económicos hay máximo 4 actores relevantes, mencionaré algunos ejemplos: farmacias, cemento, carne de pollo, grandes tiendas, supermercados, gas, telefonía, internet, líneas aéreas, por nombrar algunos que en general se reparten el 90% del respectivo mercado dejando a actores menores con el restante. Busqué en un libro de economía de uso en estudiantes universitarios y no encontré la palabra colusión, es este fenómeno que derriba la ley “sagrada” de la oferta y la demanda, ya que esto escapa a todo lo que plantea la esta. Se nos asusta constantemente con la inflación, con el comportamiento de la bolsa de valores, el precio del dólar, el precio de barril de petróleo, libra de cobre, que viene el fantasma de la crisis, los que cruzan la cordillera miran a los argentinos con su economía desde que tengo uso de razón con problemas, pero vas y los restoranes llenos en Buenos Aires, siempre viajan a vacacionar a Chile cuando pueden (hoy limitado por pandemia) él que ha ido a Miami hay una invasión transandina, luego como la “ciencia exacta” puede interpretar este fenómeno de un país quebrado, que no paga su deuda externa, etc. Sus ciudadanos mantienen su poder adquisitivo
Acá en Chile la deuda fiscal es una preocupación de la prensa o mejor dicho de los que manejan los medios. Pero si vemos la deuda pública chilena, no está ni cerca de las grandes deudas de Japón o USA los referentes del mercado mundial, o de los países OCDE grupo al que pertenecemos nos guste o no. Es cosa de googlear y ver los porcentajes de deuda pública de los países OCDE y verán la realidad de este grupo, Chile no es de los más endeudados, muchas veces se compara nuestro país con respecto a estos países, pero mágicamente cuando se habla de deuda pública no aparecen las comparaciones, que raro o que conveniente. No estoy a favor de endeudarnos a todo evento y sin límite, pero Chile requiere de inversión y no solamente focalizar en el extractivismo de materias primas cobre, litio, otros minerales, maderas, frutas, verduras y salmones, se requiere de manera urgente en educación y ciencia donde se puede generar riqueza por medio del conocimiento. No saldremos del subdesarrollo si no mejoramos el capital humano, los inversionistas invierten en carreteras, en yacimientos, centrales de generación de energía, etc. Pero es el Estado quien debe elevar el conocimiento de su pueblo, la economía solo se preocupa del PIB, inflación, tasa de interés, etc. Mientras la economía no se ubique en el lugar que le corresponde, por debajo de salud, educación, seguridad, vivienda y no esté en un altar, el miedo dominará las políticas públicas del gobierno recién electo y los futuros gobiernos de Chile, difícilmente la inversión crecerá en capital humano y seguiremos condenados a ser promesa de alcanzar el desarrollo.